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POETAS EN DOMINGO

1869 – 2024 Conmemoramos 155 años de la llegada de Don Juan Montalvo a Ipiales en su primer exilio. 155 de las Nubes Verdes de nuestra tierra nutricia.

Como el golpe de Thor con su mazo mitológico debe haber caído a la Alcaldía de Ipiales Nariño Colombia y al alcalde Amílcar Pantoja Ipiales que pregona falazmente que este municipio es de todos, el cariño de centenares de personas de todo el mundo por las redes sociales y el afecto abundante del público presente en la ceremonia del premio latinoamericano Presea Marte R. Gómez 2024 de la Universidad Autónoma Chapingo de México a mi vida y obra, que me fue entregado a través del Maestro Eduardo Villegas , quien además pertenece a la prestigiosa Cofradía de Coyotes. Eso fue el jueves pasado en el Banco de la República.

Pues en nada afectó el revanchismo oficial al acto tan generoso de mexicanos e ipialeños, que llevó a decir a uno de los participantes que enhorabuena no asistió el alcalde porque con su presencia “dañaba” la ceremonia. Gracias Ipiales por querer a su poeta y abrazar con amor este premio que les dedico.

Muchísimas gracias a los amigos Roberto Misnaza. Antonio Guerrero , Vicente Mora y Ricardo Rueda por la semblanza; a los poetas de Ipiales Henry Manrique , Julio Andrés Chamorro, Javier Coral , Maleja Jaramillo , Hanna Barco , Eduardo Jaramillo Cabrera , Jaime Rodriguez Pantoja, Patricia Ramirez Solarte , queridos y solidarios, a todos los espectadores. Entre los presentes me agradó muchísimo el reencuentro con un talentoso paisano, Alex Narváez Burbano, quien tanto benefició al país en su cargo de Asesor de Fronteras de la Gobernación de Nariño en el periodo anterior y que por sus ejecutorias ha sido postulado a recibir el honor de la Máxima Presea Nubes Verdes de Montalvo en muy próxima oportunidad.

Debo anunciar que el próximo miércoles 4 de diciembre en Pasto, POETAS EN DOMINGO recibirá el Premio Correo del Sur como Promotor Cultural más destacado del suroccidente colombiano en 2024 y este logro lo dedico a todos los poetas y lectores de los cinco continentes con quienes me comunico cada ocho días.

Y qué bueno celebrar este nuevo premio con la poesía de un querido vallecaucano que me envió su libro “Miradas que no he dicho”, que al leerlo me trasladó a la poética de Si Mañana Despierto, de mis santos compadres y taumaturgos de la palabra Julio César Goyes de Quinde Audiovisuales , Felipe García Quintero, César Ordoñez, Carlos Fajardo, Miyer Pineda y Esteban Vega, entre otros. Y más sorpresa cuando leo que la contraportada fue escrita por mi bella y santa comadre Betsimar Sepulveda , quien al igual que los otros ya estuvo en Ipiales en el Encuentro Internacional de Poetas de América, Europa, Asia y África y estarán con mi invitado en la Antología Poetas en Domingo.

Cedo la palabra a Betsimar cuando dice de mi invitado: “Toda tentación es transparente. El primer verso es ya una suerte de código que parece revelar uno de los misterios que Umberto Eco atribuyó a la intención de la obra…Así, Fabio, el poeta, nos arroja al centro de su flama para que ardamos en su propio lenguaje…”.

Él es Fabio Ibarra – Poeta que nació en Cali, Colombia en1959. Ha publicado los libros Miradas que no he dicho, Terceros habitantes y En plena oscuridad alcé mi casa. Su obra figura, entre otras publicaciones, en: Desde el umbral II. Poesía colombiana en transición; Cali-graphies. La cité littéraire, antología bilingüe (español-francés); Antología del Concurso Nacional Universitario de Poesía – Universidad Externado de Colombia; Alzados en almas. Casa de Poesía Silva; Poéticas del desastre, aproximación crítica a la poesía del Valle del Cauca en el siglo XX; 22 poetas colombianos. Revista Golpe de dados; La otra despedida (cuentos); Atlas Poético de Colombia y Poesía del Silencio.

Ganó el Concurso Nacional e Internacional de Poesía de la Universidad Externado de Colombia, en 1996, y ese mismo año obtuvo el primer premio del Concurso Nacional de Cuento para Trabajadores. Cofundador de la revista Metáfora.

He aquí una muestra de su escritura:

 

ENFERMO TERMINAL

En ciertas noches sólo deseo partir

Seguir los pasos del que ofrenda su derrota

con el sencillo gesto de una lágrima

Abrazar el extravío del fugitivo

que busca a tientas un madero donde colgar la soga

Qué alivio confiar mis pasos a la mano

de quien arde sin saberlo en el sol de su agonía

Al que se derrumba piedra a piedra sobre la sábana

que ni siquiera ha de guardar su huella

¡Ah!, si cada una de mis heridas se abriera

con la hondura de un abismo

Si mi despedida fuera una sola grieta

por donde huye el eco de mi corazón

 

 

CICATRIZ

Duermes sin otro vestido que tus propios misterios

Más allá de tu sueño

la noche es apenas una pradera marchita

La respiración de los lejanos soles

que arden al pie de la ventana

no es más honda que tu aliento

Si me acuno en el aroma de tu axila

nada me dicen ya las cadmias

que enredan su perfume

en los peldaños del viento

Al amanecer

tu mano ingrávida se agita

y huye de mi mano como el agua de los bosques

Una estrella fugaz quema tu pecho

Su cicatriz que antes fue luz

traza y borra su huella

con la misma inocencia de la lluvia

 

 

TIEMPO

Hay un canto de siglos en la luz

que se recuesta contra el cerro

En el viento que pule tan despacio su voz

sobre el silencio de la piedra

Es siempre nueva la caricia

milenaria de la lluvia:

tiemblan las raíces de los robles

insaciables de cielo

y los líquenes maduran en la orilla del jazmín

Ante la transparencia del paisaje

mi huella es sólo un pálido destello,

un gran interrogante que resuena

en la profundidad de lo infinito

Cuando mi eco se haya hundido en el vacío,

viento y lluvia, luz y piedra

seguirán hablando de un misterio

que también entonces será mio

 

 

SENTADO EN EL BOSQUE

No sabrás nunca quién eres

Quizá una hoja que al caer

riza la orilla del agua

La palpitación del bosque

en el pecho del colibrí

Una rama que hace sombra

en las huellas del jaguar

O tal vez la piedra que devora

los alfabetos del tiempo

y no sabe que existe

¿Serás el talle del árbol

ceñido por el aire enamorado?

¿La montaña que grita una historia antigua,

hecha de cataclismos,

que acaso alguien leerá un día

en la ceniza de la tarde?

Te irás sin saber quién eres,

quién has sido,

salvo por las oscuras cicatrices de las guerras

que un día se ganaron o perdieron

sin el alivio temporal de una respuesta

 

 

TENTACIÓN

Toda tentación es transparente

En su agua sin mancha

se agita la seducción del abismo

Su único tesoro

es la simplicidad de una promesa

Nadie sabe qué ofrece

qué hay más allá de sus fronteras

Y es allí, en el misterio,

donde extiende sus raíces

En la libertad

de dar o no el primer paso

No hay trampa en la dulzura de su canto

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