“Actualmente estamos pasando por una situación muy crítica en cuanto a la aparición de estas enfermedades, lo que nos obligó a articularnos con otras instituciones para contrarrestar las afectaciones”, señaló la secretaria de Agricultura.
En Colombia se siembran aproximadamente 162 mil hectáreas de papa con un aproximado de 3,7 millones de toneladas al año, de las cuales Nariño aporta el 21% de la producción nacional, ubicándose como el tercer departamento en importancia con 31.239 hectáreas y 683.841 toneladas cosechadas (MADR, 2021).
Este tubérculo guarda una relación directa con la seguridad alimentaria y la economía campesina de nuestra región, muestra de esto, se sustenta en el alto requerimiento de mano de obra generando en el departamento con 3,6 millones de jornales y 350 mil empleos indirectos (SIC, 2019).
Bajo este contexto, la presencia de una enfermedad emergente a nivel mundial que afecta al cultivo y que recientemente ha sido identificada en Nariño representa un enorme desafío el cual debe asumirse de manera integral con todos los sectores involucrados con la producción del tubérculo.
El síndrome de la Punta Morada de la Papa (PMP) y Zebra chip (ZC) como se conoce a esta enfermedad, fue identificada en Suramérica inicialmente en el Ecuador al presentarse tres brotes severos durante el periodo de 2012 – 2019, actualmente, a excepción de la región sur de ese país todas las áreas de producción de papa han resultado afectadas por PMP y ZC (Navarrete, et al., 2020).
En Colombia, el Instituto Colombiano Agropecuario ICA informó en el año 2018 el primer brote en el Municipio de Ipiales y más tarde en otros municipios del Sur oriente y Sur occidente del departamento, posiblemente relacionado con el movimiento de semilla afectada.
Algunos síntomas de MP en la planta y tubérculo
Los principales síntomas asociados a la Punta Morada de la Papa (PMP) y Zebra chip (ZC) descritos en la planta de papa son achaparramiento de la planta, abultamiento del tallo en los lugares de inserción de las hojas, formación de tubérculos aéreos, hojas superiores de coloración morada, así como, manchas pardas al interior del tubérculo que generalmente no brotan, este último evento atribuido ZC. La problemática puede ocasionar perdidas en la producción para el agricultor desde el 10 al 100% de la cosecha por lo cual genera un riesgo latente en el país (ICA, 2021).
Ante la aparición de enfermedades como la Punta Morada y Hernia de las Crucíferas, que afectan a los cultivos de papa, la Secretaría de Agricultura de Pasto, activó la mesa fitosanitaria y enfatizó en la atención con estrategias que tienen como principal acción la pedagogía para que los campesinos aprendan a concer las plagas.
Por parte de la Gobernación de Nariño, se ampliará la mesa a otros municipios del departamento, donde se tiene identificado la presencia de la Punta Morada, precisó Silvia Pupiales.
“Con ingenieros agrónomos se avanza en las investigaciones respecto a estas enfermedades, por lo que se adelantan visitas técnicas a las zonas más afectadas”, indicó la funcionaria. Cabe anotar que la enfermedad fue identificada por primera vez en el municipio de Ipiales frontera con Ecuador, y en Pasto en el corregimiento de Santa bárbara.
Diferentes estudios a nivel mundial señalan como principales responsables de la enfermedad de Punta Morada de la Papa (PMP) al fitoplasma (Candidatus phytoplasma spp.) y de Zebra chip (ZC) al liberibacter (Candidatus liberibacter solanacearum) microorganismos que al interior de la planta causa los diferentes desordenes. Sin embargo, tanto el fitoplasma como la bacteria necesitan ser dispersados e infectar plantas sanas a partir de un insecto vector conocido como “pulgón saltador”, “la paratrioza” o “salta hojas de la papa” con nombre científico Bactericera cockerelli al cual las autoridades sanitarias recomiendan identificarlo oportunamente y reducir las poblaciones del insecto en el lote, con el fin de reducir indirectamente a la PMP y ZC.
En la actualidad productores y técnicos de la región, aplican diferentes estrategias de manejo adaptadas de otras regiones con presencia de la enfermedad como Ecuador, Centro y Norte América, incrementando la aplicación de insecticidas para controlar la paratriosa, una alternativa que evita mayores pérdidas en la productividad. Sin embargo, esto significa que el uso de productos químicos específicos, puede en el futuro incrementar los costos de producción y el riesgo de contaminación ambiental. Por lo cual es necesario abordar este evento sanitario de manera integral, debido a la complejidad de la enfermedad.