La movilidad en el municipio de Ipiales en el centro de la ciudad, ha sido un reto constante para las últimas administraciones municipales y para la Secretaria de Transito.
El crecimiento del parque automotor, la llegada de turistas ecuatorianos, la pésima organización vial, el parqueo en vías públicas, la incultura ciudadana, los accidentes de tránsito, las procesiones y desfiles, las protestas en caravanas de vehículos, cortejos fúnebres, el insuficiente número de agentes reguladores de tránsito, los pocos parqueaderos, son algunos factores que cuentan al momento de poder transitar en vehículo la ciudad de Ipiales.
No existe la organización, ni planeación, tampoco la regulación pertinente, para evitar que la ciudad colapse en cuestión de movilidad cuando eventos de tipo cívico, social, religioso o de inconformidad ciudadana se presentan.
Ya es hora de regular todo tipo de actividades para que la ciudad no se afecte al punto de colapsar su movilidad vehicular en las principales arterias que tiene este municipio. Como es posible que en una ciudad tan estrecha de vías y con tan pocos puntos de desembotellamiento no se tenga un plan de contingencia para evitar situaciones como las registradas el pasado sábado 31 de agosto en horas de la tarde noche. Este es un S.O.S. en cuestión de movilidad para la Secretaría de Tránsito que no pudo controlar el cierre de vías que la misma administración autorizo para la realización del pregón de fiestas de Las Lajas y el concierto en el estadio municipal.
Es hora de cambiar la ruta de desfiles y procesiones o tener diseñado un plan de contingencia para que lo que está sucediendo casi a diario en Ipiales se pueda controlar y solucionar. Se está complicando cada vez más la movilidad y es urgente pararle “bolas” a este problema que no es de poca importancia y que nos afecta a todos.