EDITORIAL 19 de julio de 2024
“No hay agua ni para remedio en Ipiales”
Si uno tuviera que ponerse en los zapatos de la gente que no tiene agua, y aparte de eso no tiene dinero para comprar la bolsa del vital líquido que venden en la tienda de barrio, diría sin pelos en la lengua “esta gente si que jode” expresión vulgar, que se la dice todos los días en la cotidianidad pero que en medios de comunicación está prohibida por su fuerza y porque además hay otras formas de decirlo por ejemplo “ esta gente si que fastidia”.
Bueno, lo cierto es que desde el 13 de julio gran parte de Ipiales no tiene agua y el tema no deja de ser de enorme preocupación pues en esta ciudad “no hay agua ni para remedio” y así quieran el alcalde y el gerente de EMPOOBANDO justificar lo injustificable ya llevamos 13 días sin el añorado líquido y no sabemos cuántos días más estaremos así.
Pero uno se pregunta ¿Cómo una obra de tanta importancia como el cambio de un filtro en la planta de tratamiento no fue socializada a la comunidad?, y tampoco se entiende ¿por qué no hubo un plan de contingencia previo? y se miente cuando se le habla a la comunidad que toma medidas de hecho para exigir respuestas concretas de solución.
Por supuesto que Ipiales, venía con dificultades en su sistema de acueducto, sin embargo esto no es justificación para que se haya autorizado esta obra sin tener un plan de emergencia y de logística preparado por si las cosas fallaban como efectivamente sucedió. Ayer la gente en uno de los barrios de la ciudad donde llegó un carro tanque, recogía agua en lo que podía, con el desespero que produce 13 días de suspensión.
Ahora bien, que ya no se informó a la comunidad de la obra de cambio del filtro eso no tiene reversa, que muchos barrios de esta ciudad están sin agua eso ya se sabe, lo que molesta, lo que indigna y fastidia es que el acalde prometa soluciones que no ha cumplido respecto a la normalización del servicio de agua potable. ¡Que no mienta y punto!, que hable con la verdad y no enrede a la gente que aún le cree, y más bien trate de enderezar esto que se está desviando del cauce normal y que tiene a la comunidad que lo eligió y a la que no; en un desespero total.
Ya es hora de que el alcalde le ponga cuidado a todo esto con la verdad, sin el discurso trasnochado que cada vez se hace menos creíble y reúna a su pueblo a contarle lo que verdaderamente sucede con el servicio de agua potable.
Recordé en este momento ese famoso cuento del “Pastorcito mentiroso”, que vivió en carne propia el ex alcalde Villota Méndez con la obra en la carrera segunda del Centenario y la obra del San Felipe, que le pasó factura al final de su periodo. Que no suceda, que no suceda lo mismo con el actual alcalde de Ipiales Amílcar Pantoja porque apenas inicia su gobierno.
Por lo pronto los carro tanques son la solución a este gran problema, esperamos que se restablezca el suministro de agua y las comunidades dejen de arrastrar baldes de agua y este sea un campanazo de alerta de la situación que atraviesa la ciudad. Por lo pronto a esperar además del carro tanque el recibo que ese si que llega puntual. .