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Editorial 15 de octubre de 2024

El agua vale lo que pesa

Dice el argot popular que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde y bien que cabe en este momento de la historia de Ipiales, referir ese refrán popular al desabastecimiento de agua que actualmente tiene a esta ciudad en enormes dificultades y que desde el mes de julio se hizo indudable su necesidad, importancia y valor.

 

La crisis que vive aún el municipio de Ipiales y que obligó a las autoridades a declarar una calamidad pública, deja varias lecciones principalmente en el aspecto del cuidado del líquido vital, la conservación de las cuencas hídricas, la atención constante de las autoridades respecto a la protección ambiental y la conciencia ciudadana de su manejo adecuado como usuario final.

 

Si la emergencia del desabastecimiento se supera como se anunció,  a partir del 25 de octubre, no hay excusa en la comunidad de seguir derrochando agua como hasta antes de la crisis se hacía, hoy  recibir un balde de agua a través de carro tanque es motivo de alegría,  poder comprar una bolsa de agua potable da tranquilidad, que llegue un hilo de agua por el grifo causa enorme satisfacción, bañarse en la ducha no tiene precio,  esto por lógica nos hará valorar más  el líquido, y propender por estrategias conjuntas  para su conservación y buen uso.

 

Quedan tareas para Empoobando que son de orden administrativo y que una de ellas tiene que ver con la identificación urgente de las conexiones clandestinas, un plan de promoción de cultura ciudadana constante, una planeación de reforestación permanente que incluya a Instituciones Educativas y a sus estudiantes, una revisión de las tarifas en sectores donde aún el problema no está resuelto, una red de comunicación con presidentes de juntas de acción comunal para el monitoreo constante de futuros desabastecimientos y empezar a plantear  establecer nuevas fuentes de agua de abastecimiento conjuntamente con los macro proyectos que todo este sistema de acueducto requiere para  mantener a la ciudad con agua constante previendo las crisis que se pueden presentar de toda índole a futuro.

 

Por lógica si Empoobando tiene tareas que adelantar los ciudadanos también las tenemos, nos compete en adelante ahorrar agua, mantener el sistema interno de acueducto en óptimas condiciones, lavar y desinfectar los tanques de reserva, aprovechar el agua que sale del lavado de ropa, brindar educación a nuestros hijos sobre cómo cuidarla, denunciar las conexiones clandestinas, denunciar a quienes la desperdicien, en fin, tenemos muchas responsabilidades y tareas para cuidarla.

Cabe destacar la respuesta de un grupo de profesionales de esta ciudad que estén unidos pensando en soluciones comunes, esa sinergia de conocimiento debe ser muy bien canalizada por la empresa de acueducto para tener un grupo consultivo gratuito para emitir recomendaciones a futuro.

 

Faltan desde ahora 10 días para volver a la normalidad en el suministro de agua en Ipiales y hacemos fuerza para que eso sea posible, no descartamos más reuniones, conversatorios, mas ideas para mejorar el servicio. Lo que sí es urgente conexo a todo el plan de solución es iniciar campañas de cultura ciudadana dirigidas principalmente a nuestros niños y adolescentes para evidenciar la importancia del agua y del medio ambiente y que tengamos en próximos años ciudadanos con una conciencia clara del valor de este recurso no renovable.

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